
De los 12 a los 15 mil pesos es el monto que se invierte en el servicio de cremación de personas que fallecen a consecuencia del COVID-19.
La pandemia que se ha convertido en dolor, desolación y tragedia económica para algunos, para otros, como los dueños de agencias funerarias es en una mina de oro, por la gran cantidad de personas que han muerto por el mal del siglo.
Y es que entre más de 50 municipios a la redonda, sólo Tehuacán cuenta con un horno crematorio que se ubica en San Lorenzo Teotipilco; lugar que por cierto ha sido requerido para mitigar la contaminación que generan al ambiente con la cremación de restos humanos, y es aquí a donde llegan cadáveres de Tecamachalco, de Serdán de Palmar de Bravo y los de la zona de Ajalpan.
Por disposición de las autoridades sanitarias el cuerpo de las víctimas de coronavirus, debe ser entregado a los deudos para
su inmediata cremación, de hecho desde el mes de marzo, no se permite velar los cuerpos, y sólo permiten el acompañamiento a cinco personas por deceso.