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Las festividades por el Día de muertos están homologadas en gran parte de la república mexicana, en la mayoría de los pueblos y ciudades, quienes recuerdan a sus difuntos se limitan a levantar un altar con fotografías y alimentos, pero hay un sitio en el país donde exhuman a los muertos y limpian sus restos en un acto de respeto y amor.

Es en Campeche, en la villa de Pomuch, ubicada a unos 78 kilómetros de la capital en el municipio de Hecelchakán, palabra de origen maya que significa «lugar donde se asolean los sapos», donde del 26 de octubre al 2 de noviembre, en la celebración de Todos Santos, los habitantes de la localidad manipulan los restos de sus seres queridos y limpian sus osamentas.

La tradición de los Pomuch llamada Choo Ba’ak, también conocida como la limpieza de huesos de los fieles difuntos, fue adscrita en 2017 como Patrimonio Cultural del Estado de Campeche. Esta limpieza se lleva a cabo antes del Hanal Pixán o Día de muertos.

Limpieza de huesos de Fieles difuntos: cómo se hace

Para que una persona pueda exhumar el cadáver de algún familiar difunto para hacer el Choo Ba’ak deben pasar por lo menos tres años de la muerte, para que los huesos queden por completo libres de restos, carne y piel; el proceso lo realizan directamente familiares del difunto o sepultureros por encargo.

La limpieza se hace hueso por hueso, se desempolvan o lavan los restos y una vez aseados, se colocan sobre una tela bordada a mano con las iniciales del occiso para ser depositados luego en un osario, una caja de madera de 30 x 60 centímetros. Además de esto se asean los panteones, se pintan y decoran las tumbas de los finados.

Choo Ba’ak, una tradición que estuvo a punto de desaparecer

Si bien la limpieza de huesos sigue vigente, de acuerdo con el historiador y antropólogo originario de Pomuch, Lázaro Hilario Tuz Chi, esta práctica ha tratado de detenerse durante años por las diferentes autoridades del municipio.

“En Pomuch se prohibió en 1950, aproximadamente, hubo una ley que ya no lo permitía, pero a la gente le valió cacahuate y lo siguió haciendo y se mantuvo, pero hay pueblos donde sí se extinguió”, explicó el historiador en una entrevista para La Jornada Maya.

Actualmente, para llevar a cabo la limpieza de osamentas los pobladores de Pomuch solo deben tramitar una constancia de exhumación, expedida por el gobierno municipal de Hecelchakán, así como el acta de defunción del finado y presentar ambos documentos en el panteón al momento del ritual.

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