La renuencia de 120 comerciantes de alimentos que se instalan en el primer cuadro de la ciudad, obliga a la autoridad municipal a utilizar la fuerza pública para retirarlos y evitar la propagación de Covid-19
La directora de Fomento Comercial, Carolina Martínez Guzmán, dijo que han agotado el diálogo después de que se han girado más de cinco notificaciones, por parte de la autoridad a los ambulantes, por lo que se llegó al acuerdo de iniciar su retiro con el apoyo de Seguridad Pública.
Y es que las medidas sanitarias que deberán aplicarse en la nueva normalidad, obligan a mantener un control y evitar la aglomeración de personas para prevenir un rebrote de covid 19.
Explicó que a partir del 15 de junio, harán un replanteamiento para que regrese la actividad comercial de forma paulatina y sin que se exceda el 30 por ciento de capacidad en caso de los tianguis.
Sobre la presencia de las coapeñitas y canasteras dijo que representan un riesgo sanitario, ya que generan una fuerte aglomeración de personas, además de que no acatan con las medidas de “solo alimentos para llevar”, usos de cubrebocas y utilización de gel antibacterial, por lo que se puede generar contagios.