La representante de la Unificación de Sexoservidoras de Puebla, Lourdes Hernández “Lulú”, señaló que existen menores de edad que ofrecen el sexoservicio en las calles del Centro Histórico, provenientes de los estados de Veracruz, Oaxaca y Chiapas.

En entrevista, destacó que han identificado a menores de edad que trabajan en este oficio, e incluso, algunas de ellas bajo los efectos de las drogas, quienes no están agremiadas a su organización.

“Si hay muchas menores de edad en las calles del Centro Histórico, que no pertenecen a nuestra organización y no sabemos para quién trabajan y se ubica en la calle 4 Poniente y 3 Norte.

Señaló que las que pertenecen a su organización se les solicita comprobante de domicilio, CURP, credencial de elector y acta de nacimiento para evitar este tipo de situaciones.

La sexoservidora indicó que desconocen para quien trabajan, pues sólo llegan al lugar y se ponen a trabajar y en algunos casos se han identificado que son originarias de Oaxaca, Veracruz y Chiapas.

Asimismo, comentó que a las mujeres dedicadas a este oficio que son menores de 18 años, los ambulantes les cobran una tarifa con el derecho de piso y es una cantidad de 100 pesos.

“Pasas por la 4 Poniente y te encuentras a varias chavitas trabajando en este oficio, para nosotros no representa competencia pues ya tenemos a nuestros clientes, y ellas van cambiando de zona de trabajo”, agregó la entrevistada.

Resaltó que 72 mujeres organizadas conforman la Unificación de Sexoservidoras y hasta el momento no han registrado casos positivos de covid-19, a pesar de estar en riesgo al ejercer su trabajo en la capital.

En este contexto, indicó que implementan todas las medidas sanitarias para evitar los contagios, además que han reducido sus horas de trabajo y días.

“No permitimos que los clientes se quiten los cubrebocas por lo que el servicio se hace de manera segura y rápida”.

Señaló que si el cliente no cuenta con mascarilla se le entrega una y gel antibacterial, además se turnan los días y horarios; esto representa que no trabajan todos los días para cuidarse del virus.

Comentó que los servicios tienen un costo desde los 150 a los mil pesos, esto en caso de que sean contratadas por un turista y que el servicio se realice en el hotel del cliente.

Es importante señalar que las mujeres de esta organización se instalan en la calle 4 Poniente entre la 3 a la 5 Norte, y en el parque de San Inés, por lo que después de las 9 horas se encuentran en esta zona.

Asimismo, otras se ubican en la calle 14 Poniente, de la 3 a la 7 Norte, quienes se instalan después del mediodía y en este lugar se encuentran de todas las edades, en donde más de 30 féminas se instalan afuera de los locales, cerca de hoteles y estacionamientos.

Se encuentran afuera de los comercios, los cuales continúan abiertos en la zona y esperan clientes, pues la vida laboral no se ha detenido para este sector.

Con zapatillas, algunas con tenis y ropa llamativa, están las féminas dedicadas a este servicio.

Durante un recorrido, se verificó que desde las calles 3 a la 7 Norte se contabilizaron a 30 mujeres, quienes se instalaron en la vía pública sin ninguna restricción por parte de la autoridad.

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