Miles de personas han salido a las calles de Colombia desde el pasado 28 de abril para manifestarse en contra de diferentes políticas del gobierno, en una protesta que inicialmente se originó ante un proyecto de reforma tributaria.
El presidente Iván Duque anunció la retirada del proyecto el pasado 2 de mayo; sin embargo, las manifestaciones continúan en distintas ciudades del país debido a múltiples causas como la actuación de la fuerza pública en las protestas y la pobreza.
Los choques entre autoridades y ciudadanos han derivado en muertes y centenares de heridos, acaparando atención de la comunidad internacional.
Naciones Unidas, Estados Unidos, la Unión Europea y organizaciones de derechos humanos criticaron este martes la violenta represión, durante la cual 19 personas murieron y 846 resultaron heridas en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad colombianas.
Según la Agencia Colombiana de Defensa de los Derechos Humanos, un organismo público independiente, 86 personas están en una lista de personas desaparecidas luego de las protestas contra el aumento de impuestos, que comenzó la semana pasada.
Las protestas antigubernamentales ocurren en un momento en que Colombia atraviesa graves dificultades económicas, el producto interno bruto cae un 6,8% (datos de 2020) y el desempleo en el país sudamericano alcanza el 16,8% de la población activa.