- La lesión ocurre cuando el tobillo queda bloqueado y la rodilla absorbe toda la fuerza del peso corporal. La rehabilitación suele incluir una combinación de terapia física y ejercicios de fortalecimiento.
Las lesiones en las rodillas son de las más comunes entre los deportistas de alto rendimiento y, en específico, la rotura del ligamento cruzado anterior se presenta con mayor frecuencia en deportes de alto impacto y desgaste articular, que requieren movimientos bruscos y cambios de dirección repentinos, como el futbol, el futbol americano, el flag football, baloncesto y tenis, entre otros.
Mariana Yaret Becerril Arellano, pasante de la licenciatura de fisioterapia, adscrita a la Dirección de Medicina del Deporte de la Dirección General del Deporte Universitario, brindó detalles acerca de esta lesión, en una transmisión en vivo a través de Facebook Deporte UNAM.
“El ligamento cruzado anterior (LCA) es una estructura intraarticular que se origina en el cóndilo femoral lateral y se inserta en la espina tibial. Su función principal es impedir el desplazamiento anterior de la tibia sobre el fémur y controlar la laxitud en valgo, varo y rotación de la rodilla”, contextualizó la especialista.
Los síntomas de una rotura del LCA incluyen inflamación rápida de la articulación, un sonido de crujido al momento de la lesión, dolor intenso, alteración de los rangos de movimiento, sensación de inestabilidad en la rodilla y disminución de la funcionalidad, por lo cual estos síntomas requieren la atención inmediata de un profesional de la salud.
En este sentido, la rotura del LCA se caracteriza por ser una pérdida de la continuidad del ligamento, que puede ser parcial o total, dependiendo de cuántas fibras se hayan dañado. “La lesión ocurre cuando el tobillo queda bloqueado y la rodilla absorbe toda la fuerza del peso corporal. Esto se puede dar por cambiar de dirección con el tobillo bloqueado, detenerse súbitamente con el pie anclado en el suelo, aterrizar incorrectamente de un salto o tener un contacto directo desde el lateral de la rodilla”, explicó Becerril Arellano.
La rehabilitación se puede hacer con o sin cirugía, dependiendo de la gravedad de la lesión. Lo cierto es que, a decir de la especialista Mariana Becerril, “el ligamento cruzado anterior tiene escasa capacidad de cicatrización tras su lesión, lo que obliga a realizar técnicas de reconstrucción (con o sin cirugía) o sustitución ligamentosa (cirugía)”, aseveró.
“Para el regreso a la actividad física, se requiere de un plan de intervención fisioterapéutica. Este plan puede durar hasta 24 semanas dependiendo de la capacidad de rehabilitación del paciente y del grado de la lesión. La recuperación suele incluir una combinación de terapia física y ejercicios de fortalecimiento. Es importante seguir un programa de rehabilitación adecuado para asegurar una recuperación completa y el pronto retorno a la actividad física”, añadió la especialista.
Becerril Arellano también mencionó que es crucial que los deportistas realicen con frecuencia ejercicios de fortalecimiento y estiramiento, así como técnicas adecuadas de entrenamiento para reducir el riesgo de lesiones del ligamento cruzado anterior.
“La rotura del LCA es una lesión que requiere de atención médica adecuada y un plan de rehabilitación personalizado. El diagnóstico temprano y el tratamiento adecuado son fundamentales para asegurar una recuperación exitosa y el retorno seguro a la actividad deportiva”, dijo la especialista al tiempo de subrayar la importancia de la prevención.