Quizá muchos piensen que se trate de una broma, pero las Naciones Unidas se toman muy en serio este día, ya que el retrete, sanitario o servicio higiénico (como se conoce en algunos países) es un salvavidas que evita la transmisión de enfermedades y facilita la salubridad de los espacios.
Cada 19 de noviembre se recuerda el día del retrete, según las fechas mundiales de la ONU. «La misión es recordar y llamar la atención para tomar medidas a favor de aquellas personas que no poseen un sistema adecuado de saneamiento residual y alcanzar el reto promovido en el Objetivo 6 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible: saneamiento para todos en 2030», indican en su página web.
Cuando alguien tiene un «servicio de saneamiento administrado de manera segura» significa que utiliza instalaciones sanitarias higiénicas que no se comparten con otros hogares y donde las excretas se separan del contacto humano y se eliminan de forma segura in situ o se transportan y tratan fuera del sitio.
Con ello se protege a las personas y al medio ambiente de posibles agentes patógenos. Ejemplos de posibles sistemas pueden ser inodoros de descarga conectados a sistemas de alcantarillado; tanques sépticos o pozos de letrinas, letrinas de pozo mejoradas y ventiladas, inodoros de compostaje, o letrinas de pozo con cubiertas de losa.
La temática del día del retrete 2019 es no dejar a nadie atrás respecto a este tema.
De acuerdo a cifras de este organismo internacional, 4.200 millones de personas viven sin servicios sanitarios gestionados de forma segura. «El sanitario es un protector de la dignidad y un creador de oportunidades. Quienquiera que sea, esté donde esté, el saneamiento es su derecho humano», indican.
Explican que nadie puede salir de la pobreza sin saneamiento y que es necesario el acceso a baños seguros.