En el tratamiento de aguas residuales, México enfrenta un gran reto para combatir la contaminación debido a la falta de infraestructura efectiva y eficiente para el tratamiento y reutilización de las aguas residuales.
“Hay muchas plantas de tratamiento que no funcionan bien, otras que no funcionan, simplemente porque nunca se consideraron los costos de operación ni los de construcción de colectores; asimismo, los municipios no cuentan con fondos para cubrirlos. Otras plantas tienen sistemas que contaminan las zonas aledañas con aerosoles o con residuos sólidos o pastosos potencialmente peligrosos.»
«Además, en el país, la mayor parte de las plantas de tratamiento de aguas residuales se basan en procesos que en algunos países son considerados obsoletos por su enorme consumo de energía y por la cantidad de residuos sólidos y aerosoles peligrosos que producen y que, a su vez, también deben tratarse”, explica la doctora Durán.
Por ello, considera que las autoridades deben buscar rehabilitar las plantas que están dañadas; iniciar la operación de aquéllas que tienen costos muy elevados de operación, reconfigurándolas para que consuman menos energía y sus costos de operación sean autofinanciables, al ser usadas por industrias que cumplan con las normas vigentes. La doctora también sugiere modificar las normas para que sean consecuentes con las contrapartes internacionales.
Investigaciones en progreso
La doctora Durán actualmente forma parte de la Red Temática sobre Gestión de la Calidad y Disponibilidad del Agua del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología en la que se encuentran 144 investigadores: 100 académicos y 44 profesionales de los sectores industrial, de servicios, gubernamental y social.
Las áreas principales que esta red aborda a nivel nacional son la evaluación de la calidad; la percepción social de la calidad del agua; la educación y difusión del conocimiento sobre la problemática del sector; el nexo agua-energía; tecnologías para el tratamiento; escenarios de disponibilidad; agua y salud; microcontaminantes orgánicos, contaminantes inorgánicos y microbiológicos, así como el nexo agua-alimentos.
La especialista menciona que algunas de las metas de la Red son la integración inter e intra institucional para la producción, resguardo, transmisión y análisis de la información, con el fin de atender lo referente a la calidad y disponibilidad del agua.